Los avances tecnológicos han provocado que la oferta de productos y servicios dirigidos a las personas con discapacidad haya crecido mucho en los últimos años, contribuyendo a normalizar y facilitar su vida. La mesa redonda sobre Productos y Servicios de los Encuentros ABC Discapacidad analizó qué recursos están disponibles en la actualidad para este colectivo y cuáles son los avances que aún quedan por llegar.
Beatriz Gómez Escalonilla, directora de Responsabilidad Corporativa de Banco Popular, explicó que, desde la entidad, «se preocupan por ejercer su actividad de un modo responsable, desarrollando nuevos proyectos que permiten la inclusión financiera de los colectivos menos bancarizados». Una de estas iniciativas es «Microcréditos apostamos por ti- tercer sector», una cartera de microcréditos dirigidos a los emprendedores en riesgo de exclusión social.
«Tienen condiciones muy ventajosas porque cuentan con una garantía del Fondo Europeo de Inversión, lo que permite que sea una ayuda para los emprendedores con discapacidad que quieran poner en marcha sus ideas de negocio», aseguró Beatriz Gómez Escalonilla. «Intentamos que las complicaciones sean mínimas, y el emprendedor cuenta con apoyo y asesoramiento por parte de entidades expertas». «Todo el mundo tiene derecho a desarrollarse e integrarse en la sociedad a través del empleo. Por eso, al lanzar estos microcréditos tan accesibles contribuimos a hacer efectivo el principio de igualdad de oportunidades».
Además, la directora de Responsabilidad Corporativa de Banco Popular insistió en que «la tecnología accesible es una oportunidad para el sector bancario» y clave para su relación con las personas con discapacidad.
Miguel Ángel Valero es el director de CEAPAT, Centro de Referencia Estatal de Autonomía Personal y Ayudas Técnicas del IMSERSO «Atendemos desde hace 28 años a unas 5.000 personas cada año y nuestra misión es fomentar la autonomía personal a través de la tecnología a medida», afirmó. Para ello, cuentan con un equipo de 35 personas que trabajan con niños, jóvenes y mayores en muchas áreas: arquitectura accesible, desarrollo tecnológico, difusión y divulgación, asesoramiento y diseño de productos de apoyo, etc.
Mari Satur Torre, directora de Innovación de la Fundación Vodafone, fue otra de las ponentes del encuentro. «Contribuimos a la misión del Grupo Vodafone de utilizar la tecnología para ayudar a las personas. En el caso de España, los colectivos con los que trabajamos son personas mayores y personas con discapacidad», detalló. «Les ayudamos a través de formación, en el último año se han formado más de 4.800 personas gracias a la colaboración que tenemos con 30 entidades».
Además, Mari Satur Torre explicó que han fundado la comunidad «Conectados por la accesibilidad », donde se ha creado equipo multidisciplinar que trabaja con un centenar de entidades de toda España. «Tenemos más de 1.700 personas en este momento, un 80% son personas con discapacidad y el resto profesionales que trabajan para generar contenidos y validar herramientas tecnológicas que puedan luego replicarse», afirmó.
La directora de Innovación de la Fundación Vodafone también puso el foco sobre la internacionalización de recursos como Eva Facial Mousse, una aplicación que permite, a través del reconocimiento de los movimientos de la cabeza, interactuar con dispositivo Android. que ya ha llegado a la India y otros países donde supone una eliminación de barreras muy importante».
Lourdes González, directora de Desarrollo de Negocio de Ilunion Tecnología, explicó que la compañía, con una plantilla de 120 empleados cuyo 50% tiene discapacidad, se encarga de «ayudar a las administraciones, entidades y empresas para que avancen en materia de accesibilidad». «Damos formación, hacemos diagnósticos para mostrarles qué barreras existen en el entorno físico y tecnológico, les proporcionamos planes de acción y les ayudamos a encontrar proveedores, entre otras gestiones», aseguró.
Por otro lado, certifican la accesibilidad de las páginas webs y tienen «un departamento donde desarrollan tecnologías accesibles» como, por ejemplo, «un dispositivo para ayudar a las personas ciegas a orientarse en espacios desconocidos». Se trata, según mostró al resto de ponentes Lourdes González, de «balizas radioaccesibles que conectan el teléfono móvil con el centro comercial, por ejemplo, y permiten que las personas ciegas puedan localizar centros, tiendas o todos aquellos servicios que necesiten».
En Ilunion Tecnología tienen, además, un área de estudios de investigación social donde psicólogos se encargan de establecer conexiones entre lo que necesitan las personas con discapacidad y lo que hacen los desarrolladores de la compañía.
Miguel Laloma, consultor experto en Discapacidad de la Fundación Seres, detalló que se trata de una «fundación empresarial que promueve la responsabilidad social, haciendo que las empresas tengan en cuenta a los colectivos vulnerables en todas sus actuaciones». «Estamos a favor de la filantropía, pero entendemos que, si una empresa lleva a cabo una actuación y esta genera retorno para el negocio, esa actuación es sostenible y se mantendrá en el tiempo», afirmó. «Colaboramos lanzándole ideas a las empresas sobre qué pueden hacer ellos con sus productos y recursos para colaborar con las personas con discapacidad».
Una de las cuestiones que se plantearon en la mesa redonda organizada por ABC fue si las ciudades actuales son accesibles. Lourdes González opinó que, «aunque se ha evolucionado mucho en materia de accesibilidad, aún se tiene que avanzar mucho, sobre todo en la parte tecnológica». «En las ciudades inteligentes no se contempla siempre la accesibilidad, sin embargo, sí que se trabajan otros aspectos como la eficiencia, el respeto al medio ambiente o la calidad», reprochó, a lo que Miguel Ángel Valero se mostró contundente: «una ciudad que no es accesible no es inteligente».
Mari Satur Torre también afirmó que las nuevas Smart Cities «deben incluir a todas las personas, independientemente de sus capacidades». Para ello, insistió en que, en cualquier ámbito, «es importante que, en la formación de los profesionales, se tenga muy en cuenta la accesibilidad, que no sea un requisito añadido sino de base».
En cuanto a los beneficios que suponen los avances tecnológicos para las personas con capacidades diferentes, todos los ponentes se mostraron de acuerdo en que contribuyen a la normalización del colectivo. «Hemos creado la plataforma Me Facilita para que las personas con discapacidad intelectual no se vean obligadas a llevar un cuaderno o lista a la hora de realizar tareas o actividades. Con este recurso, lo llevan en el teléfono móvil y se normaliza la situación, ya que el resto de personas también tienen un móvil y no llaman la atención», explica Mari Satur Torre.
Por su parte, Miguel Laloma llamó la atención sobre tres casos en los que, al mismo tiempo que se ha ayudado a las personas con discapacidad, se ha hecho negocio: Vodafone, con su Tarifa Signo; Sanitas, con su póliza de salud creada a partir de un convenio con ONCE; y Ford, que vende vehículos adaptados. «Estas empresas han sido capaces de diferenciarse ofreciendo productos a las personas con capacidades diferentes y ayudando a la normalización», afirmó Laloma. «No hay que olvidar que las personas con discapacidad son el 9% de la población», insistió.
Miguel Ángel Valero explicó que, en el CEAPAT están centrados en los últimos años en la «impresión 3D de productos de apoyo, principalmente pulsadores y soportes». «Contribuimos a la autonomía personal, hacemos desde un pulsador para un peluche hasta adaptar un aparato de radio para que el usuario pueda encenderlo con la cabeza o con el codo», afirmó.
Además, asesoran a fabricantes y cuentan con una dimensión internacional muy importante, ya que sus diseños 3D de recursos de apoyo, que cuelgan en la web, son impresos en lugares como Latinoamérica. El alto coste de algunos productos son una de las principales trabas que se encuentran las personas con discapacidad.
Según Miguel Laloma, aún queda mucho por trabajar en ese sentido, ya que «la sociedad solo empieza a darse cuenta de lo costosos que son los dispositivos y las ayudas técnicas cuando los necesitan». «Son una serie de costes que sitúan a las personas con discapacidad en el umbral de la pobreza, ya que su nivel de renta no es el adecuado a su nivel salarial debido a los gastos añadidos», afirmó.
Por ello, aseguró Laloma, es fundamental que «los productos básicos sanitarios se cubran por completo, y eso es tarea del sector político». «Hay muchas innovaciones tecnológicas, pero primero hay que asegurar lo básico. Si una silla de ruedas es fundamental para mi vida, ¿por qué no puedo acceder a ella?», se planteó durante el encuentro. Miguel Ángel Valero incidió en que «si un producto no es asequible, no es accesible» y Lourdes González se mostró satisfecha por que «cada vez hay más empresas que incluyen la accesibilidad en su producto, como varias compañías de teléfono móvil».
En cuanto a los avances que van a llegar en los próximos años, se pusieron sobre la mesa varias claves: las interfaces naturales, que permitirán controlar los dispositivos con la voz, o incluso con las ondas cerebrales, el guiado tecnológico para personas ciegas, que aún no es eficaz 100% y, el gran reto, el vehículo autónomo accesible.